El año pasado tuve la suerte de poder visitar Vancouver y a mi amiga A! que desde hace mucho tiempo me invitaba a ir pero yo no encontraba el momento de poder escapar a una de las ciudades que tenía pendientes de Canadá y me encantó. El primer día recién aterrizada en la ciudad y sin tiempo de orientarme A! me recogió en una estación de metro y me dijo, guardaré tu maleta en mi trabajo y en lo que yo termino de trabajar ve a dar una vuelta a la calle Granville come algo y cuando termine te veo en la esquina de Broadway y Granville fuera de la librería de la esquina. Yo hice lo indicado, caminé colina arriba colina abajo, mirando tiendas y disfrutando de la linda vista que hay desde ese sitio a downtown Van cuando me entró el hambre busqué un sitio para comer y en una de mis idas colina arriba encontré un supermercado gourmet en una esquina llamado Meinhardt y pensé que tal vez sería buena idea entrar y comprarme algo ahí para comer, pero estaba cansada y necesitaba un lugar donde poder pasar el resto de la tarde y esperar a mi amiga, camine un poco más y descubrí que este supermercado tiene su café para comer cositas simples y rápidas. Es muy bonito perfecto para mi, pequeñito y con personalidad, totalmente recomendable me hizo muy feliz. Me enamoré de las flores.
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